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“Sentí un insaciable deseo de encontrarlo… ó de que él me encontrase a mí”.
Nunca hubiese imaginado que ese viaje de huida al continente americano, se iba a convertir en la experiencia más apasionante que iba a vivir. Creo que los primeros días en Nueva York, el intenso frío, la soledad en aquel desolado cuarto